2 de noviembre de 2011

Alimenta tus defensas

Alimenta tus defensas

Una dieta rica en vegetales crudos refuerza el sistema inmunitario y previene catarros y gripes. En particular, algunos de estos alimentos constituyen el mejor talismán contra los agentes patógenos.


Remedios naturales para alejar los resfriados
Es habitual que el otoño traiga consigo algún catarro o gripe, sobre todo si el sistema inmunitario no está en plena forma. Algunos recursos ayudan a reforzarlo y a afrontar microorganismos invasores.
Los cambios de estación conllevan cambios bruscos de temperatura, lo que exige al cuerpo una adaptación. Es época de resfriados y gripes. Pero padecer una dolencia de este tipo a menudo no es tanto consecuencia del virus o de la bacteria que la desencadenan como del estado en el que se halla el organismo al entrar en contacto con el agente infeccioso.
Es importante seguir durante todo el año una dieta rica en alimentos protectores de las defensas, tomar algún complemento específico de los mencionados al final de este artículo si se tiene tendencia al déficit inmunitario y, por último, añadir algunos remedios naturales que aceleren la curación si se cae víctima de algún resfriado.
Destacamos los más eficaces:
  • Zumos de frutas cítricas. Pueden constituir la base de la alimentación mientras dura el resfriado o la gripe. Su consumo durante todo el año ejerce una acción preventiva. Proporcionan vitaminas, minerales y elementos fitoquímicos que refuerzan el sistema inmunitario y favorecen la eliminación de sustancias de desecho.

  • Propóleo. Esta sustancia producida por las abejas ejerce un potente efecto bactericida: 15 gotas diarias disueltas en agua o zumo tienen un efecto preventivo. La dosis se triplica en caso de infección.

  • Manganeso-cobre. Esta combinación de oligoterapia combate la infección y acelera la recuperación. Dosis: 2 o 3 ampollas o pastillas diarias.

  • Extracto de bayas de saúco. Reduce la fiebre y acorta la duración de los síntomas. Dosis: 15 gotas en medio vaso de agua antes de las comidas. Tisana de eucalipto, llantén, milenrama, tusílago y tomillo a partes iguales. Se ponen cuatro cucharadas soperas de la mezcla en un litro de agua hirviendo y se toman tres tazas al día, tras las comidas. Se puede endulzar con una cucharada de miel.

    La ayuda de los complementos
    Para reforzar el sistema inmunitario se puede recurrir a los complementos, consultando siempre a un profesional que paute los productos y dosis adecuados:

  • Extractos vegetales: de equinácea (250-500 mg/día), uña de gato (300 mg/día), pao d’arco (500-1.000 mg/día) o shitake (300-600 mg/día). Todas estas plantas son antiinflamatorias, aumentan la producción de anticuerpos y la capacidad fagocitaria de los leucocitos, e inhiben la proliferación celular anormal. Deben tomarse durante dos meses y descansar un mes antes de reiniciar el tratamiento. Por su carácter inmunoestimulante, no se recomienda su uso en enfermedades de tipo autoinmune ni con la toma de inmunosupresores.

  • Complejo vitamínico y remineralizante con vitaminas A, C y E, el complejo B, carotenoides, selenio, cinc, hierro, manganeso, cobre y germanio. Dosis: 1 o 2 cápsulas diarias, según el producto.

  • Coenzima Q-10. Es un nutriente que incrementa la capacidad fisiológica de utilización de oxígeno. Dosis: 30-60 mg diarios (mantenimiento) a 90-120 mg/día (en caso de déficit inmunitario).

  • Probióticos y prebióticos. Mantienen una flora intest inal sana y refuerzan el efecto barrera contra agentes tóxicos. Dosis: una o dos cápsulas, que contengan al menos mil millones de organismos vivos, dos o tres veces al día.

  • Alkilgliceroles. Una familia de lípidos presentes en peces de aguas frías y algunos crustáceos como el krill antártico. Minimizan el riesgo de contraer infecciones e inhiben la proliferación de tumores. Dosis preventiva: 500 mg al día. Dosis terapéutica: de 1.000 a 2.000 mg al día.

    Rosa Guerrero (naturópata)



  • Fuente Revista Cuerpomente